Cuando leemos en la prensa la noticia de un accidente de tráfico, o estudiamos las estadísticas de las víctimas de los siniestros, no podemos evitar quedar horrorizados: según el estudio de los conductores fallecidos en el año 2015, el 45% estaba ebrio o bajo los efectos de los estupefacientes. Otros estudios nos indican que el 30% de los fallecidos por accidente de tráfico no llevaban abrochado el cinturón de seguridad.
Toda la sociedad civil tiene la obligación de poner radicalmente fin a estos absurdos comportamientos, origen de tantas desgracias.
La Fundación Aurora motivará a los fabricantes de automóviles, autoridades de Tráfico, compañías de seguros y autoescuelas, a que participen en el proyecto orientado a enseñar a todos nuestros niños y jóvenes a ser excelentes, ágiles y prudentes conductores.
Un Jeep Wrangler YJ rojo del 91 es un vehículo mágico para los niños. Ya de bebés, al verlo pasar, sonríen.
Es el modelo perfecto para formarlos y convertirlos en pequeños expertos en la mecánica y en la física.
Otros dos automóviles míticos le ayudarán en esta misión: un Citroën Stromberg del 36, tracción delantera; y un Ferrari 348 de ensueño, un tracción trasera: sin duda el automóvil más bello que jamás existió.
El Jeep Rojo les enseñará los principios de la física que rigen la marcha de los automóviles, a saber, la aceleración, la energía cinética, el frenado y la forma con la que los neumáticos intentan evitar que la fuerza centrífuga arrastre a los automóviles al abismo en las curvas.
De forma muy sencilla e intuitiva, comprenderán que jamás deben circular en automóvil sin llevar abrochado el cinturón de seguridad; que circular con los neumáticos gastados es una temeridad y conducir bruscamente refleja al mal conductor; que nunca se debe conducir con las facultades físicas y mentales mermadas por el alcohol o los estupefacientes.
Les enseñaremos que cuando circulan en motocicleta o bicicleta, los errores o las imprudencias son letales; de ahí que deban extremar la prudencia, ya que no tienen carrocería que los proteja.
También les haremos admirar el magnífico trabajo que desempeñan los ingenieros y técnicos del automóvil, quienes dedican su esfuerzo a mejorar notablemente las medidas de seguridad y el consumo de los automóviles. Confiamos despertar en algunos de ellos la vocación por dedicarse a estas tareas.
Los vehículos del Siglo XX son preciosos y admirables, pero lamentablemente carecen de los elementos de seguridad y anticontaminación que poseen los actuales.
Mediante el proyecto de los Museos Escuela del Automóvil, los niños y jóvenes nos ayudarán a sacar de la circulación todos los automóviles del Siglo XX, y preservar muchos de ellos con vistas a que sobrevivan durante las próximas generaciones.