Viajar de noche es más cómodo que viajar al atardecer. Hay menos tráfico y el sol poniente no deslumbra. Pero el conductor tiene que estar descansado y no haber tomado bebidas alcohólicas… ¡¡¡nada!!!
Conducir un automóvil requiere estar atento y tranquilo. Un buen conductor siempre está relajado y sujeta el volante con suavidad. Pero su subconsciente está atento, y basta una sombra que vea de reojo o advierta el rebote extraño de una rueda para que todos sus mecanismos se pongan en marcha hacia el control de la situación.
Si ha bebido un poco o ha tomado drogas, quizá consiga conducir sin que el coche se salga de la carretera, pero será fácil víctima de circunstancias adversas y, lo peor, ante su incapacidad para reaccionar adecuadamente, provoque daños a los demás.
Para conducir de noche es fundamental ver con la máxima claridad. Cuando limpies el parabrisas de moscas o barro, recuerda también limpiar los faros, los intermitentes y la luz de posición.

Anuncio de la Jefatura Central de Tráfico
Ahora en las carreteras ya no hay carros sin iluminar, pero sí puede haber coches averiados sin señalizar, gente descuidada que cruza sin mirar o ciclistas sin luces.
¡¡¡Jamás circules de noche con una bicicleta sin luces!!! Si no tienes luces en la bicicleta, coloca detrás una linterna encendida, o baja de la bici y anda.
Si tienes que caminar por una carretera, hazlo siempre por la izquierda para que los coches te vengan de frente y puedas saltar a la cuneta en caso de que venga un conductor despistado. Es mejor que lleves una armilla reflectante y una linterna.
Recuerda, de noche es muy difícil para un conductor descubrir un ciclista o un peatón imprudente que se cruce sin mirar.
Los faros del coche deben estar bien regulados. Si iluminas una pared con las luces cortas, verás que la parte de arriba queda oscura. Las bombillas y el faro cortan el haz de luz de esa manera, a fin de que los faros iluminen solamente la carretera y no deslumbren a los conductores de los vehículos que vienen de frente.
Muchos coches llevan los faros demasiado bajos, e iluminan el suelo. Grave peligro, ya que el conductor no ve casi nada.
Otros coches llevan los faros iluminando hacia arriba porque han cargado excesivamente el maletero o por desidia del conductor. Puede provocar un grave accidente si deslumbra a los conductores de los vehículos con los que se cruza.

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Un coche no puede circular de noche con los faros mal regulados. Si el coche ilumina una pared, los dos faros deben iluminar a la misma altura, un poquito por debajo de la horizontal. Si mides la altura del centro de los faros, la altura iluminada en la pared debe estar un poco por debajo, muy poco.
Si te das cuenta de que los faros del coche están mal regulados, dile al conductor que lo corrija antes de continuar el viaje.
Numerosos coches tienen un sistema automático para corregir la inclinación de los faros cuando el coche está muy cargado o muy descargado. Entonces, se debe ajustar el mecanismo hasta que los faros iluminen bien.
Si el fallo es más grave, entonces hay que levantar el capó del coche y corregir la orientación de los faros con su tornillo de regulación. Y antes de viajar de nuevo de noche, llevar el coche al taller.
Circular con bombillas fundidas puede provocar un desastre fatal. Otros conductores pueden pensar que tu coche es una moto y embestirte.
Todos los coches deberían llevar siempre bombillas de repuesto, y cuando una se funda, parar a cambiarla.